Descubrí que eras un ángel,
no lo hice antes porque no veía tus alas,
eran invisibles talvez...
pero ayer cuando volaste,
las pude sentir alborotarse
y aunque no logre entender jamás,
el porqué de tu partida,
Dios me dijo que estarías bien,
pues ahora, perteneces a los cielos
lo cual es fácil de creer
ya que fuiste siempre un hombre bueno.
Quisiera saber como te sientes allá,
eres más frágil talvez
y puedes al fin volar
sobre las nubes que tanto amabas,
ya no hay mas dolor
pues solo el amor te llena el alma,
y me da miedo pensar,
si serás igual o si ya no tienes cara,
si eres el viento que golpea mi rostro cada mañana,
o eres talvez la brisa del mar en madrugada,
no lo sé... solo sé que sigues ahí
y que me acompañas más que antes...
Hay papito, que idioma hablarás ahora,
dime si el viento te ha hecho llegar cada beso
que te envío antes de acostarme...
y leerás acaso este poema...
o simplemente lo sentirás,
dime eres tú mi ángel ahora,
haz conocido al anterior,
es acaso alguien que ha renacido,
y tú... te reencarnarás algún día,
¿Qué serás, te lo han dicho?...
pide por favor que seas nuevamente mi abuelito.
Te extraño.
El don de otear, lo tengo en los ojos, lo llevo en las manos, lo impregno en papeles y lo comparto contigo en este espacio, un poco frío pero muy mío y muy tuyo también.
viernes, 18 de septiembre de 2009
Carta a papá Octavio
jueves, 3 de septiembre de 2009
Tu aire
Ha pasado poco tiempo talvez,
pero mis ojos se acostumbraron a mirarte...
y al sentirte lejos, aunque sea un instante,
es inevitable la melancolía...
Como correría más allá de ti
si a tu lado, mi paso queda lento
y descubrí que ahora hay más tiempo
para disfrutar del viento y de tu aire.
No sabría huir de ti, pues todo en mí,
me obliga a quedarme,
a refugiarme en tus brazos,
a inundarte de besos...
La furia de lo vano
no existe más en mi espacio,
pues cada segundo en tus labios,
me encamina hacia lo eterno.
pero mis ojos se acostumbraron a mirarte...
y al sentirte lejos, aunque sea un instante,
es inevitable la melancolía...
Como correría más allá de ti
si a tu lado, mi paso queda lento
y descubrí que ahora hay más tiempo
para disfrutar del viento y de tu aire.
No sabría huir de ti, pues todo en mí,
me obliga a quedarme,
a refugiarme en tus brazos,
a inundarte de besos...
La furia de lo vano
no existe más en mi espacio,
pues cada segundo en tus labios,
me encamina hacia lo eterno.
Las cenizas de esta estampa
Desprende de mí esta estampa,
descolorida, olvidada,
destrúyela, vuélvela polvo,
sopla luego sus cenizas sobre el mar
y que las olas, las aleje cada vez un poco más...
Y con ella en su vientre
su luminosidad, se hará opaca
porque nada hizo más daño
que tu amor envenenado,
sus sales serán amargas y el sol no morirá más
sobre sus aguas cristalinas.
Porque ya he sacrificado suficiente
utilizando a mi corazón como sepulcro,
si este amor no ha sido justo,
yo también puedo ser mala.
descolorida, olvidada,
destrúyela, vuélvela polvo,
sopla luego sus cenizas sobre el mar
y que las olas, las aleje cada vez un poco más...
Y con ella en su vientre
su luminosidad, se hará opaca
porque nada hizo más daño
que tu amor envenenado,
sus sales serán amargas y el sol no morirá más
sobre sus aguas cristalinas.
Porque ya he sacrificado suficiente
utilizando a mi corazón como sepulcro,
si este amor no ha sido justo,
yo también puedo ser mala.
Te he olvidado
Te he llamado, pero no he hablado,
porque con escucharte me ha bastado;
y te he buscado bajo las sombras
de los árboles blanqueados,
y te he encontrado en el perfume
que en el viento haz dejado
y a mí, sentirlo, me ha bastado.
Te he soñado y en mis sueños turbios
te he besado, ha sido solo un sueño lo sé,
pero en él te he tenido y con eso me he calmado...
Te he amado, porque sumergida entre tus ropas
te he llorado y a tu partida, tus últimos pasos
he besado y así perdida en el vacío, te he olvidado.
porque con escucharte me ha bastado;
y te he buscado bajo las sombras
de los árboles blanqueados,
y te he encontrado en el perfume
que en el viento haz dejado
y a mí, sentirlo, me ha bastado.
Te he soñado y en mis sueños turbios
te he besado, ha sido solo un sueño lo sé,
pero en él te he tenido y con eso me he calmado...
Te he amado, porque sumergida entre tus ropas
te he llorado y a tu partida, tus últimos pasos
he besado y así perdida en el vacío, te he olvidado.
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